A los compañeros del tren especial que es nuestra vida

martes, 19 de agosto de 2014

¿Cómo se puede matar el amor?...












A veces en la vida, en distintas partes a donde vamos o nos lleva la vida, encontramos casos de vivencias y experiencias humanas, que nos llenan de dolor por el otro o los otros, y entonces te preguntas ¿por qué han permitido ellos mismos que la situación llegue al extremo de no soportarse, y seguir bajo el mismo techo?.

Ahí donde en vez de reinar la alegría y la armonía, se siente el ambiente espeso, la sensación que sientes al cruzar el umbral es de desasosiego, y aunque las ventanas están abiertas, pareciera que ni el aire se quisiera mezclar con lo que reina de oscuridad en esa casa.

Y te entran unas ganas locas de salir rápido, de cumplir con la encomienda y volar raudo y veloz a un sitio donde oxigenar tus pulmones y darle gracias a Dios, porque pudiste salir rápido de ahí.

Ahora bien, cuando conoces a los personajes que forman parte de este cuadro de Amor-Odio, y sabes de primera mano, todo lo que ha ocurrido, te preguntas ¿ qué pasó? en qué momento todo se fue al garete y nadie tuvo la valentía de poner un hasta aquí, y lamentablemente la respuesta es sencilla, porque aunque infelices unos con otros, al menos tienen quien les lave la ropa y se la planchen y un plato caliente de comida que llevar a la boca... pero miras los ojos de esa persona y notas tanta tristeza, que el corazón se te encoge de dolor, porque debe haber y de hecho hay soluciones a todas las cosas, salvo a la muerte, que es el destino final de todos los que habitamos este planeta llamado Tierra.

¿Vale la pena vivir asi?, yo creo que no, porque a la larga sientes que en vez de una vida, tienes unos grilletes atados a los pies y las manos, y el antes jovial y buenazo de fulanito de tal, ya no es más que la sombra de sí mismo, y se refiere a los otros que comparten con él ese infierno personal, como los demonios...

Es en esos momentos cuando te das cuenta, de que por muchas vicisitudes que hayas tenido en la vida, has sido bendecido, porque aunque no tienes bienes materiales, tienes y brindas amor y calidad de tiempo, y hay alegría en tu hogar, humilde y sencillo, pero hogar al fin y al cabo, y el que llega a tu casa, se siente bien, y tu te sientes bien al atender al amigo o amiga, a los compañeros o compañeras de clase, a la familia, porque hasta tu perrita es un animal feliz.

Y entonces, cuando haces la comparaciones, que dicho de paso, no deberíamos hacer nunca, te das cuenta de que ellos decidieron matar el amor. 

Posiblemente hayan conflictos internos que uno no puede desvelar o que no entendemos, pero si sentimos mucha pena, porque sin quererlo, han destruido sus vidas, cuatro vidas, sin sentido, en aras de conservar lo único que los une y que también los separa, los bienes en común, y el qué dirán, que nunca traspasa su puerta. Porque nadie viene de visita, nadie los invita a sus casas, pero ellos tampoco invitan a nadie, y si la chica que limpia pudiera escoger otra casa donde trabajar lo haría, pero se hace la señal de la cruz al entrar, respira profundo, y sólo piensa en terminar de trabajar las tres horas contratadas y salir pitando de allí lo más rápido que puede, y cuando le ofrecen algo de tomar o de comer, dice que no, - muchas gracias señora, pero ya almorcé, muy amable-pero es que si comiera algo, se le atragantaría.

Limpia una casa donde hay una sala para recibir visitas, que nunca vienen; un comedor para hacer comidas especiales, que nunca se ha usado; habitaciones atestadas de muebles, que nadie ocupa, porque nunca viene nadie a quedarse y si lo hacen, se van al día siguiente alegando que un compañero los invitó a una excursión, y luego se despiden por teléfono. Un teléfono, al que nadie llama nunca...

La Fe mueve montañas, pero creo, con el perdón de Dios por delante, que ninguno de ellos reza jamás, que al contrario le echan todas las culpas, y que llevan muchos años juntos y están divididos en bandos, todos contra uno, y ese uno, es el más sufrido, el que una vez, se enamoró como loco y derribó y construyó todo lo que a su princesa le podía gustar, que le puso todo a sus pies y sólo pedía a cambio un amor sincero y puro, pero la princesa recorrió lo ofrecido y no le gustó, y empezó a mancillarlo, a ofenderlo, a menoscabar su valía, su autoestima, obligándolo a tratar de pasar fuera el mayor tiempo posible, pero no fue feliz, y ella tampoco, y los hijos menos, están a favor de la madre, porque es la que grita más duro, pero como Medusa, ha convertido en piedra el sensible corazón de aquel que se enamoró, y que muere lentamente cada día, pero tiene ganas de vivir, y espera que la salvación llegue el día menos pensado.

Quisiera que nuestras oraciones vayan a ese ser humano tan sufrido, y también  a la mujer y los hijos, para que sus corazones, vuelvan a latir, la esperanza es lo último que se pierde, y espero de todo corazón, que en algún momento, un ángel toque su alma y recapacite, todavía está a tiempo, siempre hay lugar para el amor, y el príncipe reviviría, si la princesa lo mirara alguna vez con un poco de amor.

No permitamos nunca que en nuestra vida ocurra algo similar, las posesiones materiales, los privilegios sociales, etc., no son nada, no te los llevas contigo cuando te vas, ¿por qué entonces haces daño con algo que es solamente transitorio?, porque la vida humana comparada con el Tiempo, sólo dura un instante, y debemos hacer que ese instante valga la pena haberlo vivido.

El Señor nos dijo: - Amaos los unos a los otros, como yo los he amado-.

Así que amigos y amigas, vivamos el amor en forma generosa, abierta, espontánea, sin hacer daño a nadie, con las manos abiertas y los brazos dispuestos para abrazar y brindar cobijo y afecto al que lo necesita, a veces, la tortilla se voltea y somos nosotros los que necesitamos ese afecto, seamos humildes de corazón y sean felices en el amor de Dios que todo lo puede y todo lo sana.


Que Dios los Bendiga.


Mireya Pérez





2 comentarios:

  1. El ideal de vida a veces no coincide con el camino seguido en su búsqueda. fácil es soñar con la perfecta compañía cómplice de intimidades y equipo en el andar de la vida; pero ello no resulta, si previamente no hay seguridad de compartir para siempre una misma agenda.

    La soledad acompañado(a) es peor que la soledad individual.

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  2. Mi querido amigo, ahora que hago un alto en el camino, estoy viendo los comentarios que con tanto cariño me han escrito. Vivir no es fácil, si lo sabré yo, pero cada día a pesar de todo es un nuevo despertar y una nueva oportunidad para comenzar de nuevo. Si estamos solo o no, bueno el camino nos irá dando las respuestas, aveces como dice el refrán es mejor estar solo que mal acompañados. Sin embargo, creo firmemente que nunca estamos del todo solos, siempre hay alguien que sin saberlo piensa en nosotros, nos recuerda, y aún en la distancia nos brinda su afecto desinteresado. Ánimo amigo, la vida sigue y el mundo sigue dando vueltas cada día. Que Dios te bendiga.

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