A los compañeros del tren especial que es nuestra vida

martes, 2 de septiembre de 2014

Estar unidos con toda la Vida...








Todos los seres vivos que habitamos este planeta llamado Tierra, formamos parte de algo que se llama Ecosistema, y estamos unidos al equilibrio de todos los seres vivos: plantas y animales. De una forma que no nos imaginamos. En primer lugar, somo el animal que se nutre de todos los eslabones de la cadena alimenticia, somos Omnívoros, que quiere decir que nuestra alimentación es heterogénea, respiramos oxígeno del aire y exhalamos dióxido de carbono, el cual es usado a su vez por las plantas, para realizar la fotosíntesis, gracias a la cual no sólo crecen y se nutren, sino que producen los alimentos que ingerimos y el oxígeno tan necesario para nosotros.

Peo no les voy a dar una clase de Biología o de Ecología, vamos a hablar de la importancia de entender, desde el punto de vista interior o espiritual, que  todos somos parte de una unidad vital e importante, y que cada uno, a nivel individual, es importante y necesario, para el resto del conjunto de seres que habitamos este hermoso planeta azul, llamado Tierra.

Para ello, compartiré con ustedes el último capítulo, del libro TODOS LOS SERES VIVOS SOMOS UNO, de Eckhart Tolle, Editorial Random House Mondadori, 2009, Barcelona.

Por debajo de la apariencia superficial, no solo todo está conectado con todo lo demás, sino también con la Fuente de toda la vida, de la que procede. Hasta una piedra, y mucho más una flor o un pájaro, puede mostrarte el camino de regreso a Dios, a la Fuente, a ti mismo. Cuando los miras o los coges y los dejas ser sin imponerles una palabra o una etiqueta mental, surge en tu interior una sensación de reverencia, de maravilla. Su esencia se comunica en silencio contigo y te refleja tu propia esencia.

¿ Por qué el ego representa papeles? A causa de una suposición no analizada, un error fundamental,  un pensamiento inconsciente. Ese pensamiento es: no soy bastante. Le siguen otros pensamientos inconscientes: Necesito representar un papel a fin de conseguir lo que necesito para ser plenamente yo; necesito conseguir más para  poder ser  más. Pero no puedes ser más de lo que eres, porque, por debajo de tu forma física y psicológica, eres uno con la vida misma, uno con el Ser. En la forma, eres  siempre inferior a unos, superior a otros. En esencia no eres ni inferior ni superior a nadie. La verdadera autoestima y la verdadera humildad surgen de esa comprensión. A los ojos del ego, la autoestima y la humildad son contradictorias. En realidad, son la misma cosa.

¿Podrías existir un Yo separado de la Vida, separado del Ser?. Es totalmente imposible. Así que no existe eso de ¨mi vida¨, yo no tengo una vida.  Yo y la vida somos uno. No puede ser de otro modo. ¿ Cómo voy a poder perder mi vida? ¿ Cómo puedo perder algo, que para empezar , no tengo? ¿ Cómo puedo perder algo que soy?  Es imposible.

La Verdad es inseparable de lo que tu eres. Sí, tu eres la Verdad.  El mismo ser que tu eres es la Verdad.  Jesús intentó expresarlo cuando dijo: ¨ Yo soy el camino, la verdad y la vida¨. Estas palabras, si se entienden correctamente, son uno de los indicadores más poderosos y directos. Jesús habla del Yo Soy más íntimo, la identidad esencial de todo hombre y toda mujer, de hecho, de toda forma de vida. Habla de la vida que tu eres. Algunos ¨místicos cristianos¨ la han llamado ¨el Cristo interior¨; los budistas la llaman ¨tu naturaleza búdica¨; para los hindúes es Atman, el Dios que vive en tu interior. Cuando estás en contacto con esa dimensión que hay en tu interior_y estar en contacto con ella es tu estado natural, no un logro milagroso_ todas tus acciones y relaciones reflejarán la unidad con toda la vida que sientes muy dentro de ti. Eso es el Amor.

Reconocer lo bueno que hay ya en tu vida es la base de toda abundancia. 

La fuente de toda abundancia no está fuera de ti. Forma parte de quien eres. No obstante, empieza a reconocer y a apreciar la abundancia de afuera, observa la plenitud de la vida a tu alrededor. El calor del sol en tu piel, el despliegue de magníficas flores a la entrada de una floristería, morder una fruta suculenta o disfrutar de la lluvia que cae sobre nuestro rostro y que cae en abundancia del cielo. La plenitud de la vida está ahí, a cada paso. Reconocer esa abundancia que te rodea despierta la abundancia latente que hay en tu interior. Deja entonces que fluya hacia afuera. Cuando sonríes a un desconocido, hay un minúsculo flujo de energía hacia afuera. Te conviertes en dador. Pregúntate con frecuencia ¿ Qué puedo dar aquí?  ¿ Cómo puedo ser útil a esta persona, a esta situación? No necesitas poseer nada para sentirte abundante, aunque si te sientes abundante de manera habitual, es casi seguro que te llegarán cosas. La abundancia solo llega a quienes ya la tienen .

El brote del árbol no quiere nada, porque es uno con la totalidad, y la totalidad actúa a través de él. ¨Mirad los lirios en el campo, cómo crecen_ dijo Jesús_. Y no se afana, ni hilan. Y Yo os digo que ni Salomón en toda su gloria, se vistió como uno de ellos¨. Podríamos decir que la Totalidad_ la Vida_ quiere que el brote se convierta en un árbol, pero el brote no se ve a si mismo separado de la Vida ni quiere nada para si mismo. Es uno con lo que la Vida quiere. Por eso no está preocupado ni agobiado. Y si tiene que morir prematuramente, muere sin problemas. Está tan rendido tanto en la muerte como en la vida. Siente, aunque sea de manera nebulosa, que tiene sus raíces en el Ser, la Vida única,  sin forma y eterna.

Cuando sufres una pérdida trágica, puedes resistir o puedes rendirte. Algunas personas se vuelven amargadas o muy resentidas; otras se vuelven compasivas, sabias y afectuosas. La resistencia es una contracción interior, un endurecimiento de la concha del ego. Estás cerrado. Rendirse significa aceptación interior de lo que es. Estás abierto a la vida.

Cundo te rindes interiormente, cuando cedes, se abre una dimensión de la conciencia. Si la acción es posible o necesaria, tu acción estará en consonancia con el todo y apoyada por la inteligencia creativa, la conciencia no condicionada. Entonces, las circunstancias y la gente se vuelven amables, cooperativas. Ocurren coincidencias. Si no es posible la acción, descansas en la paz  quietud interior, que llegan con la rendición. Descansas en Dios.

Cuando dejo de confundir quien Soy con una forma  temporal del ¨yo¨, la dimensión de lo ilimitado y eterno_ Dios _ puede manifestarse a través de ¨mi¨y guiarme a ¨mi¨. También me libera de la dependencia de la forma. Pero un reconocimiento puramente intelectual, creer que ¨yo no soy esta forma¨, no sirve de nada. La pregunta fundamental es: ¿ Puedo sentir mi propia Presencia, o más bien la Presencia que Soy Yo?.

Pregúntate ¿ Soy consciente no sólo de lo que esta ocurriendo en este momento, sino también del Ahora mismo,  como el espacio interior vivo e  intemporal en el que ocurre todo?.

Si lo que quieres de verdad es paz, elegirás  la paz. Si la paz te importara más que ninguna otra cosa y si de verdad supieras que eres espíritu, y no un pequeño yo, te mantendrías no reactivo y absolutamente alerta al enfrentarte a personas  o situaciones desafiantes. Aceptarás inmediatamente la situación y asi te harás uno con ella, en lugar de separarte de ella. Entonces, en tu estado de alerta surgirá una respuesta. Y el que responde es quien tu eres (la conciencia), no quien crees que eres (un pequeño yo). Será poderosa y eficaz y no convertirá en enemigo a ninguna persona ni situación.

Ser uno con lo que es, uno con el momento presente, no significa que ya no hicieses cambios o que seas incapaz de entrar en acción.  Pero la motivación para la acción viene de un nivel más profundo, no de los deseos o miedos del ego. La sintonía interior con el momento presente abre tu conciencia y la sintoniza con el todo, del que el momento presente forma parte integral. Entonces el todo, la totalidad de la vida, actúa a través de ti.

La vida te proporcionará la experiencia más útil para la evolución de tu conciencia. 
¿ Cómo sabes que esta es la experiencia que necesitas? Porque esta es la experiencia que estás viviendo ahora.

¿Cómo estar en paz ahora?. Haciendo las paces con el momento presente. El momento presente es el campo en el que se desarrolla el juego de la vida. No puede ocurrir en ningún otro sitio. Una vez que hayas hecho las paces con el momento presente, mira lo que ocurre, lo que puedes hacer o decidir hacer,  o más bien lo que la vida hace a través de ti.

Hay cuatro palabras que transmiten el secreto del arte de vivir,  el secreto de todo éxito y felicidad: Uno Con La Vida. Ser uno con la vida, es uno con el ahora. Entonces te das cuenta de que no vives tu vida, sino que la vida te vive a ti. La vida es el bailarín y tu eres el baile.

Dios es la Única Vida en las incontables formas de vidas y más allá de ellas. El amor implica dualidad: el Amante y el Amado, Sujeto y Objeto. Así pues el Amor es el reconocimiento de la unidad en el universo de la dualidad.   Esto es el nacimiento de Dios en el mundo de la forma. El amor hace al mundo menos mundano, más denso, más transparente a la dimensión divina, la luz de la conciencia misma.


Después de esta lectura, podemos entender mejor, el por qué de ciertas situaciones que nos han tocado vivir, y el aprendizaje que nos han dejado. Nada ocurre por azar, todo tiene un sentido. Y el Amor, el Perdón, son parte de las cosas que debemos practicar cada día a cada instante, empezando por amarnos a nosotros mismos, no de forma egoísta, sino al ser humano que se refleja en el espejo de nuestra vida y perdonarle incluso, si hace falta, los errores que hayamos cometido. Todo forma parte del Plan maravilloso que nos tiene Dios preparados.

Que Dios los bendiga.


Mireya Pérez

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