A los compañeros del tren especial que es nuestra vida

lunes, 1 de septiembre de 2014

Los nietos... esos locos bajitos tan nuestros, tan suyos...












Una de las experiencia para mí más memorables, ha sido y es, SER ABUELA. no me siento para nada vieja, ni siquiera oculto que existen o mi edad, es una bandera para mí, porque llegar a disfrutar de esa experiencia, ha sido y es mágica para mí, y le doy gracias a Dios y a mi hija y yerno, por darnos esa inmensa alegría, y permitirnos compartirla, a veces a ratos, a veces sólo a través de una llamada telefónica, por fotografías... qué se yo!!!!!!!. para mi lo importante no es la cantidad de tiempo, sino LA CALIDAD DEL TIEMPO. Ahí está el detalle, si son 10 minutos, hago que sean los mejores diez minutos de mi vida. y atesoro recuerdos de los momentos compartidos.

Cuando ellos crezcan y sean mayores, algunos ya no estaremos, pero quisiera que recordaran el amor con que los cuatro abuelos hemos disfrutado de cada uno de sus logros, sus primeros pasos, la primera vez que dijeron papá o mamá, agua, guau guau, Tati, jjejejeje, que soy yo, y tantas palabras.

Mi nieta que ahora tiene 4 años, distingue claramente quién le enseñó tal o cual canción, y dice esta es la canción de la abuela Marina y ésta de la Tati.

A la hora de dormir, le encanta que le cuentes un cuento, pero la mayoría de las veces te pide que sea inventado, y si le gustó, te pide que se lo cuentes de nuevo, y claro, cada vez es una versión distinta... pero eso hace que ella enriquezca su vocabulario. El peque, que tiene ya 20 meses, es un guaperas, con sus grandes ojos verde azulados, y las pestañas que ya apuntan a que va a ser un roba corazones...A mí me tienen enamorada los dos, cada uno a su manera.

Cuando hay tiempo para disfrutarlos, como este fin de semana, que he tenido la inmensa dicha de tener ¨un baño de nietos¨, el corazón se llena de un gozo indescriptible, y me recuerdo de otros seres humanos que como yo tuvieron también sus nietos, pero que no supieron o no quisieron disfrutar de cada minuto que la Vida les regalaba con ellos. Por eso, en otro escrito, hecho hace algún tiempo, hablé de los que perdieron el Amor. Pero, quizás ese era su destino. gracias a Dios, el mío es distinto, y trato de aprovechar al máximo,el tiempo que los tengo a mi lado.

En mi alma, voy atesorando momentos hermosos, dulces, gratificantes, armoniosos, como un manantial inagotable de alegría, eso es lo que representan para mí los nietos. Y saber que otros seres humanos también los quieren, me hacen sentir feliz, y agradecida a Dios, porque no hay mayor gloria para un padre o unos abuelos, que te quieran a tus hijos y nietos. No hay cabida para los celos, que me parecen absurdos, y una pérdida de energía sin sentido, todos tenemos nuestro espacio y la forma en que llegamos al corazón de cada persona con la que inter actuamos en la vida, y con los nietos es igual.

Guardo con alegría las anécdotas, que son muchas, porque me imagino cuando sea una anciana, y mis cabellos sean totalmente blancos, que miraré a mis nietos hechos hombre y mujer, y si Dios me lo permite, recordar como lo hago hoy, todos y cada uno de esos momentos. Me río, porque yo soy la abuela besucona, cada vez que los tengo cerca, no me canso de abrazarlos y besarlos, y saben que no doy uno, sino que repiqueteo como las campanas, jajajaja. Igual hago con su madre, mi hija, a quien adoro...

Compartiré hoy una anécdota simpática, que dice mucho de lo que un niño estimulado puede hacer. Mi nieta, cuando nació su hermanito, pues tenía 2 años y medio, pero siempre le habíamos cantado canciones de cuna, que eran para ella, su tesoro, como lo es para su madre y su padre, mi hija guarda con emoción contenida una canción que es especial para ella, y hoy en día se la cantan a su hija, con un pequeño arreglo en la letra, pero es su canción... A nosotras, las abuelas, nos tienen ¨prohibido¨cantárselas, jajajaj. Pues bien, cuando nació su hermanito, yo quería cantarle algo distinto, y como me sé más de 7 nanas, pues agarré un día, en que mi nieto estaba remolón, porque tenía sueño y no se dormía, a cantarle una  Nana que cantaba Mercedes Sosa, Duerme mi tripón ...A medida que yo iba meciendo la cuna y cantando yo notaba que mi nieta se iba acercando y empezó a mecer a su hermanito conmigo, pero noté que en la medida que yo cantaba, una y otra vez, la misma canción, ella, en silencio, iba moviendo los labios, y como sospechaba estaba tratando de aprenderse la canción, yo sonreía para mis adentros, porque cada logro de mis nietos, para mí es un regalo del Cielo. Una tarde, después de varios día, mi hija me comentó por teléfono, que la niña le había preguntado si ella conocía una canción que hablaba de ¨dormir¨... mi reacción fue echarme a reír, y mi hija a decirme que era una ¨novelera¨... reconozco que soy una romántica empedernida, pero es que me imaginé que tarde o temprano, mi nieta se lo pediría a la madre, y ahora ya es otra canción de su repertorio para dormir. Esas son las cosas que llenan mi corazón, se que cuando ella tenga sus propios hijos, también le cantará a ellos, ese repertorio de canciones que forman parte de su bagaje emocional.

Y creo que no hay mejor legado para tus nietos y tus hijos.

Que Dios nos bendiga a todos, que nos de vida y salud para disfrutarlos, para enseñarles y para aprender, para compartir y para amar. Al fin y al cabo, es lo único que se irá con nosotros, cuando nos toque partir.

Feliz día.


Mireya Pérez


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