A los compañeros del tren especial que es nuestra vida

miércoles, 16 de septiembre de 2015

La llave de la Felicidad...










No creo que exista una ¨Llave especial para la Felicidad¨, pero sí creo en que, cuando una persona es honesta consigo misma y con los demás, cuando actúa de buena Fe, cuando es fiel a sus principios y así misma, es totalmente Feliz. Pues tiene la conciencia en Paz, y puede expresarse con alegría frente a los posibles avatares de la vida, que se le presentarán, estoy segura, pues ninguno está exento de ello; pero la forma en que actúen frente a los mismos, será diferente a aquellos, que todo el tiempo se están quejando, y hablando mal de la vida o de las personas.

Cuando las personas no están pendientes de ¨su ombligo¨ni del de los demás, las cosas se van resolviendo poco a poco, o en el peor de los casos, si la persona no encuentra la solución, muy posiblemente lo deje a la acción de Dios o de los ángeles del camino, como yo los llamo, pues siempre aparecen en el momento menos esperado, y nos traerán las respuestas a las incógnitas más grandes que tenemos.

La actitud de una persona dice mucho de su ser como tal, pues no se puede ser juez y cautivo al mismo tiempo, y aquel que está criticando constantemente a los demás, seguramente no ha visto la cantidad de problemas o situaciones de su vida, que quizás sean más profundas que aquellas que critica. 

En lo personal creo, que no vale la pena gastar energías en algo que no está en nuestras manos. Si es algo que se puede superar con nuestro accionar, ¡¡¡vamos a ello!!!. Pero si no, déjenlo ir, la vida en su sabio vaivén pone siempre las cosas en su lugar, y aparecen las soluciones, en los momentos más inesperados y más oportunos. Así de simple.

En algunas circunstancias me he encontrado con personas que envidian a los demás, e incluso me han envidiado, y cuando me lo han dicho, he sonreído para mis adentros, porque pienso que, si las personas que actúan así, supieran los problemas de la persona envidiada, jamás se les ocurriría desear lo que esa persona tiene, ni las cosas a las que se debe enfrentar cada día. Creo que no se dan cuenta de la fortuna especial que tienen y ambicionan algo que desconocen... Es absurdo!!!!.

Cuando una persona normal, común y corriente, ve o compra una revista, por ejemplo, las del Corazón, creen que las personas que salen en las fotos son felices y que lo tienen todo. Sin embargo, esas personas, si alguien se atreviera a hacerle una pregunta verdaderamente seria, les diría, que les hubiera gustado más, ser menos famosos, y tener vida privada, ser un ciudadano de a pie, no tener que contratar guarda espaldas, ni esconderse de los fotógrafos, ni estar pendientes todo el tiempo de la gente que va a lugares que ellos visitan, por temor a ser fotografiados en circunstancias no propicias o cuando son más vulnerables. 

Conocemos el caso de cantantes que le han arrebatado la cámara a un paparazzi que tomó fotografías de sus hijos en la playa, vulnerando así el derecho que tienen los menores a su privacidad. Son personas que posiblemente ganen  cantidades ingentes de dinero, pero que han perdido la posibilidad de ser ellos mismos, debido a la publicidad y al acoso mediático al que son sometidos. Su vida es diseccionada palmo a palmo, por periodistas, caza mariposas, etc. Me dan en realidad mucha pena, eso no es vivir. Y aplaudo a aquel que cuida con celo su vida privada y no vende exclusivas, que ha puesto las pautas de comportamiento desde el principio, y la gente de prensa y fotógrafos, los respetan.

Si una persona es agradecida con la vida, aunque no sea millonaria en dinero, pero si en afectos, esta personas es dueña de la llave de su felicidad. Pues mientras más agradecidos somos a la vida, a Dios, por lo que nos rodea, por tener un techo sobre nuestras cabezas, por tener acceso a una vida, sencilla, sin lujos, pero vida al fin y al cabo, cuando vemos a los hijos y nietos felices y con salud, nosotros somos felices a nuestra vez. Somos inmensamente agradecidos porque podemos pensar, hablar, comunicarnos con los otros, por tener cierto grado de inteligencia emocional, por haber llegado hasta este recodo del camino, con fuerzas, con ilusiones, con algunas pesadillas, alguna vez que otras, pero también llenos de sueños...

Ayer le decía a una persona conocida que no volvería tener 30 años más nunca, ni lo deseaba. Por la sencilla razón de que esa época ya pasó, como también los problemas que superaba o a los cuales me enfrentaba en esos momentos, y cuando ya has transitado un camino, difícilmente quieres volverlo a transitar, por lo menos de forma consciente. 

No extraño ni la lozanía de mi piel, ni mi cabello sin canas, ni otras cosas de esa época. Lo único que sí hubiera cambiado o cambiaría si pudiera, es el haber disfrutado poco de mis hijos, ahí si me gustaría haber hecho un cambio, me hubiera gustado no tener que trabajar, y haber sido una simple ama de casa, quizás así no me hubieran pasado otras cosas, pero también se que sin ello, no estaría aquí, ni escribiría y jamás nos hubiéramos conocido o re encontrado. Tenía que vivir todas y cada de las circunstancias y situaciones, para llegar a este momento. 

Nada es por casualidad, todo, absolutamente todo, tiene un por qué... 

Las madres del colegio nos decían siempre que: ...¨Dios escribe recto con letra torcida¨... Y así es la vida, ni más ni menos.

Que Dios nos bendiga a todos y cada uno de nosotros, que sepamos reconocer lo afortunados que somos, por los bienes y personas maravillosas que conocemos y que nos acompañan este tramo del camino, y por la gracia de poder decir cada día ¡¡¡¡Buenos días a todos!!!.

Mireya Pérez


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