A los compañeros del tren especial que es nuestra vida

miércoles, 30 de septiembre de 2015

La Magia está dentro de tí...










Cuando hablamos de Magia, nos imaginamos a un mago prestidigitador, que hace trucos harto conocidos como el juego de los naipes, el adivinar la carta que hemos escogido dentro de un mazo, la aparición de un conejo o de una paloma de sus chistera, etc., etc., sin embargo, la magia también puede estar dentro de nosotros, cuando creemos en algo que puede ser posible, luchamos por alcanzarlo y hacerlo realidad. 

Hacer realidad nuestros sueños, es a veces un acto de magia, por el simple hecho de que creamos algo, a partir de la nada que existía anteriormente, muy posiblemente creamos que era un imposible, que se volvió posible, gracias al empuje y a la determinación de hacerlo.

Ese tipo de magia, personal e intransferible, depende de nuestra voluntad, de las ganas que tenemos, de la fe en nosotros mismos para realizarlos, y de la constancia con la cual luchamos para lograrlo. Nada es por azar, nada es fortuito, todo, absolutamente todo, se logra cuando ponemos en marcha un sueño y hacemos que se haga realidad.

A veces no nos atrevemos a soñar, por la mala experiencia pasada, por las veces en que tuvimos un sueño y no pudimos concluirlo, y quizás eso nos haya hecho ser pesimistas, e incluso pensemos que la gente que tiene sueños, son unos ilusos. En realidad lo que ha sucedido es que, hemos dejado de soñar, por el temor a fracasar. No hemos aprendido que las derrotas traen, aprendizajes válidos e importantes, que nos permiten poner a prueba nuestro intelecto para resolver situaciones e idear nuevas estrategias, cumpliendo así con los sueños atesorados por eones de años.

Con el tiempo, muy posiblemente hayamos mejorado o estructurado mejor nuestros sueños, anhelos, y las expectativas que teníamos al respecto hayan variado, simplemente porque hemos ido evolucionando como seres humanos pensantes; además la vida, en su transcurrir, nos habrá enseñado nuevas lecciones, que se habrán transformado en fortalezas, y muy posiblemente, nos hayan preparado para realizar esos sueños de una forma más acertada y lógica.

Dicen los entendidos, que nada es por azar, las cosas se suceden cuando en realidad estamos preparados para tomar las situaciones y transformarlas en oportunidades y logros. Posiblemente, si las circunstancias se hubieran presentado en el ayer o en el antes de ayer, hubieran pasado de largo, porque no estábamos  preparados o no podíamos siquiera distinguirlas del montón. Pero ahora, en la madurez, somos capaces de distinguir esas oportunidades y hacerlas nuestras, venciendo todos los obstáculos y convirtiéndonos en ganadores. Unos triunfadores de nuestros propios sueños, logrando la magia del presente, perfecto y maravilloso.

Aquellos que nos ven desde fuera, no saben los sacrificios y esfuerzos que tuvimos que realizar, los retos que debimos aceptar, lo que tuvimos que dejar atrás, para salir adelante, con nuestras propias fuerzas, por encima de nuestras tristezas y de las horas bajas, que las hubo. Pero triunfaron o triunfamos,  logrando  renacer de nuestras cenizas como el Ave Fénix.

Así hemos llegado al momento o momentos mágicos que disfrutamos ahora, cuando nos hemos permitido, una vez alcanzada algunas de nuestras metas, hacer un alto en el camino y ver desde la colina, el valle a nuestros pies, y el recorrido realizado. Ha sido duro, pero enriquecedor, porque nos probó a nosotros mismos que podíamos ir tras esos sueños y hacerlos realidad. Ahora tenemos por delante, un nuevo mañana con nuevos retos, nuevas colinas que alcanzar, a veces en compañía de gente que amamos, otras en solitario, pero siempre con entereza y con la sabiduría del tiempo, que sabe que tras cada escollo se encuentra una oportunidad para crecer y ser mejores, por nosotros y por aquellos a quienes amamos, un ejemplo para nuestro entorno y para los que han de seguir nuestros paso, con pasos mucho más seguros que los que tuvimos que realizar.

Así es de Mágica la vida, siempre con un nuevo reto que enfrentar, aprendizajes que realizar y ejemplos de vida que dar a los demás. Nadie nos lo ha regalado, pero tenemos la generosidad de compartir estos logros con nuestro entorno más cercano (amigos, familia, etc) y con aquellos que quieran aprender de la gente que se vuelve sabia, por el simple hecho de haber vivido, ya nunca seremos los mismos de ayer, mucho menos los de hace eones de años, pero seguramente mañana será mucho mejor que hoy.

Hoy mi plegaria va para todos aquellos que se permiten tener un sueño, luchan por hacerlo realidad y si no lo han logrado todavía, están en el camino de hacerlo. Que Dios nos bendiga a todos y cada uno de nosotros, para que nunca dejemos de tener sueños y jamás dejemos de pensar que se pueden realizar.

Mireya Pérez.




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