A los compañeros del tren especial que es nuestra vida

lunes, 2 de enero de 2017

365 páginas en blanco... A dibujar nuestros sueños!!!!






Ha comenzado un Nuevo Año, el 2017...

¡Qué lejos me parece ahora!, ese año 2000, cuando iniciamos un nuevo Siglo, el XXI. Muchos de nosotros jamás pensamos los caminos que tuvimos que atravesar, que surcar, que nadar y caminar, a veces con inmensa alegría, otras con la espalda encorvada por el peso de las responsabilidades, por el dolor, la enfermedad o el desasosiego. Nadie nos preparó nunca para el dolor... Para las alegrías, todos estamos dispuestos, pero el dolor y la angustia, son los que modelan a golpe de cincel, nuestra alma y nuestra vida. Ya que, después de una etapa crucial, salimos fortalecidos, pero nunca volveremos a ser quienes éramos antes de ese momento o episodio...

Somos sin quererlo, el producto de nuestras acciones, de nuestras decisiones, sean acertadas o no. Pero cada una de ellas, nos han hecho ser, el Humano que somos hoy. Lo único que nos diferencia es la forma en cómo enfrentamos la adversidad, y las decisiones que tomamos, como consecuencia directa de esa ¨nueva enseñanza¨...

Hoy comienzo nuevamente esta andadura de escribir, con madurez, con responsabilidad, con amor, con el alma en condiciones diferentes, pero sabedora de que todo, absolutamente todo, pasa. Nada permanece inalterable, hasta la naturaleza, que es tan sabia, es remodelada por la acción de los vientos, las lluvias, las heladas y la nieve. Todo se confabula para demostrarnos, que por mucho dolor que sintamos, por mucha tristeza que nos inunde, hasta ese dolor en el corazón, que pensamos podía ser la llamada última... También pasa, como el tiempo, pasa y nos hacemos más sabios o por lo menos, eso intentamos, o yo lo intento.

Por ello, Hoy los invito a tomar un papel, del color que queráis, y hagan una lista de ilusiones, de proyectos, de sueños, de metas, para este año 2017. No el de adelgazar, ni de dejar de fumar o de comenzar el gimnasio, no... Quiero que cada uno se trace, en la medida de lo posible, la hoja de ruta de este año 2017.
No tienen que ser ¨grandes cosas¨, aunque si es lo que desean, pues también es válido, para eso es esta lista. Sueñen en grande, no sean pichirres con ustedes mismos, sueñen en colores, flipen con las cosas que pueden realizar, e incluso con las personas con las que les gustaría compartir esa andadura. Soñar no cuesta nada, y les pertenece a ustedes, a nadie más. Eso sí, les digo por experiencia propia, que no lo dejen a la vista de todos, no este es un secreto entre ustedes y yo, entre ustedes y Dios, sólo a El le compete esta lista de propósitos, a nadie más...

Cuando  lo tengan listo, guárdenlo en un sitio personal, y a medida que pasen los días, semanas o meses, vuélvanlo a leer y tilden lo que ya han conseguido. Ese acto significa mucho, es un refuerzo para ustedes. Y si han logrado casi todos sus sueños o propósitos, vayan dándose un premio: no tiene que ser algo costoso, puede ser algo simbólico, como ir a una Heladería y pedir la copa de helado que siempre han querido probar y no lo han hecho... o comprarse el par de zapatos que habían querido y lo habían postergado... Hay muchas formas de darnos gratificaciones, incluso caminar por la playa o visitar el parque de la ciudad que más les guste. Lo que busca esta acción, es que nos demos el refuerzo que necesitamos. Si esperamos que sean otros quienes nos lo den, puede que esperen en vano...

No es fácil hacer todas las cosas que a veces les propongo, a mí misma me cuesta mucho realizarlo, porque sin querer, yo misma me saboteo, sí tal como lo leen... El sabotaje no sólo puede ser externo, muchas veces somos nosotros mismos los que nos saboteamos, con la excusa de que quizás no nos lo merezcamos... Cuando eso ocurre, sé que es mi Ego el que trata de ponerme en ¨su lugar¨, no es mi lugar, pero lo intenta y para mi dolor, a veces lo logra... 

Pero después de pasar un día hundida en el dolor, de llorar a lágrima viva, si en un momento puedo levantar la cara y respirar... Resurjo de mi autocompasión, y tomo medidas al respecto. Como ven, les hablo desde la voz de un alma que conoce casi todas las caras del dolor, de la autoflagelación, porque lo he vivido, porque a veces lo vivo. Pero, en cuanto puedo levantarme y decidirme a seguir, lo hago con la frente en  alto y con la mirada en el horizonte, indicando así dónde está mi meta...

Vivir no es fácil, si les dijera lo contrario, estaría faltando a una de mis características más sobresalientes, la Honestidad. Pero vale la pena intentarlo, una y otra vez. 

En Genética tenemos la hermosa historia de un monje agustino austriaco, Gregorio Mendel, que siendo el jardinero del monasterio, se dedicó no sólo a cultivar guisantes y hortalizas, también hizo diversos estudios sobre características que sin saberlo, a ciencia cierta, aparecían de una generación a otra.   Para ello, se propuso realizar diferentes ¨pruebas¨, que hoy conocemos como experimentos, realizando cruces de polinización, directa e indirecta, tanto en guisantes, como en las flores Do Diego de Noche, las famosas campanitas, que se abren de noche y llenan los jardines de su aroma tan especial.

Lo hizo no una, ni dos ni tres veces, los hizo más de 3.000 veces, y anotó sus hallazgos, y se los envió a Darwin, que ni les echó una mirada, encerrando este tesoro en una gaveta del escritorio de la Universidad donde trabajaba, pues se iba en un viaje de exploración por el Océano Pacífico en 1831, en las tierras del Sur... Pasarían casi más de 80 años, hasta  que unos jóvenes estudiantes, buscando en el desván de la Universidad, unos muebles para iniciar sus trabajos de experimentación, encontraran en las gavetas de ese viejo escritorio, el manuscrito de Mendel...Gracias a este hallazgo, De Vries y su compañero de Tesis, lograron demostrar la existencia de los caracteres hereditarios, los Cromosomas, y el mundo científico, pudo darle por fín el reconocimiento de Padre de la Genética, a ese humilde monje llamado Gregorio Mendel.

No quiere decir que debamos fallecer para que nuestras aportaciones sean reconocidas, a veces ni siquiera es nuestra intención. Lo realmente importante es que nunca dejemos de perseguir nuestros sueños, aunque nuestro entorno no sea el más propicio. Quizás, mientras más se empeñen otros en que no salgamos adelante, nosotros nos empecinemos más en seguir y perseguir nuestros sueños... Sólo tenemos memoria y conciencia d e una Vida, ésta que tenemos. Por tanto, amigos lectores, no se dejen manipular, ni se dejen sabotear por ustedes mismos...Que se caen..., pues a levantarse. Que las cosas no salen como lo esperaban, pues revisar dónde se falló y a volverlo intentar.

Hoy yo lo estoy aplicando conmigo misma, sin saber a ciencia cierta si lograré vencer a mis propios demonios o saboteadores, pero les prometo que no voy a dejar de intentarlo una y otra vez.

Dios bendiga cada uno de estos próximos días de este año 2017. Que nunca perdamos la capacidad de sonreír, de soñar, de ir tras nuestros sueños, porque si nos quitan nuestras ilusiones, nuestros sueños, morimos un poco. Debemos Vivir y agradecer las oportunidades, que tan generosamente, nos brinda este nuevo Año.

Mireya Pérez



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