A los compañeros del tren especial que es nuestra vida

miércoles, 18 de enero de 2017

Date permiso de aportar ideas y soluciones... Acertadas o no...










Para algunas personas, les resulta fácil el tomar decisiones, son líderes natos, cuando en un salón nadie se atreve a dar el primer paso, o a hablar el primero, este líder natural, se levanta, rompe el hielo y actúa en consecuencia... Puede que algunos de los presentes se sientan algo resentidos, por no haber sido ellos quienes lo hicieron, y quizás tengan. por un segundo, sentimiento mezquino de envidia, pero a los pocos minutos, se descubren interviniendo y aportando ideas al grupo. Eso es bueno!

Dónde reside el problema, para estas personas que no actúan desde el principio,  es interno o externo.... ¿ Cuál es el problema?...

Para muchos, tiene que ver con su formación, desde niños les acondicionan a esperar la aceptación del maestro, para levantarse y responder; otras en cambio, provienen de experiencias pasadas, donde al querer intervenir, para aportar ideas o completarlas, alguien del grupo les silenció con violencia y altanería, que a veces pasa, y la persona se sintió como los animales heridos: se metió en su caparazón emocional y tomó la decisión de sólo responder cuando así se lo pidieran... 

Esto ocurre muchas veces, si observamos con cuidado un grupo de estudiantes, en cualquier academia, simposio, exposición, seminario, etc. Muchos de los adultos que conforman la audiencia, no se atreven a intervenir, aunque después en los recesos, sin querer, muestren ideas que hubieran sido muy interesantes para todos, si ellos se hubieran dado el permiso de actuar, sin temor al ridículo...

Pero esto se puede superar, sólo hay que creer en nosotros mismos, y darnos el ¨permiso para actuar¨, en los momentos oportunos. No es fácil, eso es otra verdad, pero nada se pierde al tratar de hacerlo. Las primeras veces, sentirán como si estuvieran pidiendo permiso para hablar o comentar, pero en la medida que vayan descubriendo el interés en la gente que los escucha y en el de su interlocutor, ganarán más y más confianza y podrán expresar las ideas, no sólo con coherencia, sino también con acertividad.

Deben estar preparados para los comentarios contrarios a sus ideas, pero eso es parte del aprendizaje, pues no tenemos el 100% de veracidad, nos equivocamos y muchas veces, pero al aportar nuestros pensamientos o nuestras experiencias, hacemos que la memoria del grupo se enriquezca y juntos crezcan como seres humanos y como individuos que piensan, que sienten y que tienen derecho a cometer errores y a subsanarlos. Eso es lo realmente importante!!!.

Cuando se asiste a conferencias es importante no sólo prestar atención al comunicador, sino también a los seres humanos vario pintos que conforman la audiencia, porque son una mina de conocimientos y experiencias, que bien aprovechadas, enriquecen tanto al que aporta, como al que recibe. En el intercambio de ideas y opiniones, desde el adulto que somos, podemos aprender muchísimo, y está en nosotros el tener la capacidad de poder aprovechar estas experiencias únicas y sorprendentes.

La actitud de la persona, su expresión corporal, su rostro, e incluso sus movimientos casi imperceptibles, permiten al que los observa aprender y saber si el mensaje está calando o no, en la audiencia, es un interesante ejercicio de aprendizaje para todos. 

Por ejemplo, el conferencista habla y habla, se mueve de un lado al otro del escenario, pero no mira al público... El mensaje, estoy segura que no llega...

Pero si el conferencista, habla mirando a cada uno de los presentes, hacia el fondo, a los que están al final, al medio, a los que están en las primeras gradas o asientos, estoy segura de que nadie se pierde una sola palabra, los engancha, se sienten partícipes, como si la charla o conferencia fuera sólo para cada uno... La conferencia se convierte en un éxito y la gente se queda con ganas de más, los aplausos no se dejan rogar, y pueden pasar hasta unos minutos y la gente ovacionará de pié. ¡ Magia pura!!!.

Todos los conferencistas o profesores exitosos tienen una misma premisa: conocimientos del tema que van a tratar. Si no crees en lo que vas a hablar o compartir, la audiencia lo nota. Hay que preparar la charla, no sólo con el material de apoyo, sino también con los aspectos secuenciales de la misma. Mientras más preparada esté, mejor será el recibimiento y la respuesta o feedback de la audiencia.

Otro detalle a tomar en cuenta es, nunca discutir con alguien que opine diferente, al contrario, hay que darles las gracias por mostrar una manera diferente de abarcar una misma cuestión, y si es posible, aplaudirle por su aportación a la conferencia. La humildad es una gran arma al actuar ante una audiencia, nunca desprecien a un interlocutor, nosotros no tenemos todo el conocimiento del mundo, siempre tenemos cosas que aprender y que entender.

Por último y no menos importante, agradecer a todas las personas que colaboraron en la estructuración o llevada a cabo de esa charla, pues son las hormigas trabajadoras, que están tras bambalinas, pero sin cuya colaboración e interés, jamás hubieran podido realizar el sueño de realizar esa conferencia, exposición o charla.

Se habrán dado cuenta que he ido desde la persona que asiste a una charla, como publico, hasta el conferencista; no es que me haya ido por las ramas y me haya perdido. Lo he hecho a propósito, porque en una conferencia, exposición, charla o reunión, todos los posibles sujetos que interactúan son importantes y  tienen su peso específico: Si el conferencista no sabe llegar al público, es un problema; si el público no se siente tomado en cuenta, es un problema; si la gente no aporta ideas, hay un problema; si al terminar la charla, la gente en general se siente como estafada o sin entender a qué venía el tema: HAY UN PROBLEMA!!!!.

Hoy le invito a ver las charlas que grandes autores han colgado en youtube, hay cientos de miles, desde tutoriales, hasta charlas de índoles muy diversas, según lo que nos motiva o nos interesa. Es un canal de información muy interesante y una guía importante para aprender a actuar ante audiencias grandes o pequeñas, desde la forma en la que nos presentamos hasta el cierre de las mismas. A mí me ayudan mucho, como aprendiz de este viaje humano que transita por distintas esferas de conocimientos y que no deja de sorprenderse.

Gracias amigos lectores por seguir cada día mis escritos, también les invito a colocar sus comentarios, en la medida de mis posibilidades, les responderé. Este camino que estoy transitando, significa para mí, un camino de aprendizaje, que espero continúe hasta el último minuto de mi vida. Gracias mil.


Dios nos bendiga a todos y cada uno de nosotros

Mireya Pérez



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