Para mucha gente, de las que veo por Internet o Facebook, existe la palabra Gracias... Creo que es una de las más bonitas que existen, además de: Amar, Fe, Esperanza, Confianza y Consuelo... Hay muchas más, pero éstas deberían ser parte del equipaje de nuestra alma, la que nos habita, y que forma la esencia real de lo que somos, como seres humanos.
Sin embargo, perdemos tiempo en señalar al que nos hiere, nos sentimos ofendidos si no nos dice que les gusta tal o cual cosa, e incluso nos creemos propietarios absolutos de la Verdad, cuando puede suceder que un mismo hecho tenga, como es en realidad, diferentes versiones, todas reales y auténticas, pero diferentes, porque dependen de algo muy real: el cristal con el que miramos, la perspectiva...
Si un alma adolorida ve una situación, quizás la mire con ojos de dolor profundo y el mismo sentimiento, lejos de liberarla, la domine cada vez más, y la sume en un pozo muy profundo, apareciendo en su horizonte palabras como Soledad, Miedo e incluso Paranoia...
Si el alma está en el plano de evolución espiritual, verá la misma situación con otras perspectiva, simplemente porque habrá aprendido que, por muy oscura que sea la noche, si las nubes dejan ver la Luna, el espacio se ilumina, y sabe que siempre, amanecerá de nuevo y los rayos de sol irán iluminando cada rescoldo de su alma y le darán calor. En la Luz de la mañana, se ven las cosas de otra manera, incluso el arbusto que anoche le impresionó y le dió miedo, posiblemente le muestre las flores que se han abierto y los pequeños insectos que vienen a libar su miel...
Cuando decides, porque es una decisión lo que hacemos, ser agradecidos, incluso por las experiencias no tan gratas..., la vida te irá mostrando nuevas oportunidades, personas, instituciones, ideas, y un sinfín de cosas o lecturas, que irán apareciendo en tu horizonte y abrirá la caja maravillosa de los aprendizajes en positivo y del compartir experiencias humanas, con enseñanzas espirituales, que te harán crecer como individuo y como alma que está participando en esta vida tal como la conocemos.
De cada experiencia se aprende, así sea a soportar o aceptar un NO. Sí como lo están leyendo, para aceptar un No, hay que estar dispuestos, con humildad, a aceptarlo. Quizás o muy posiblemente, detrás de ese No, viene una oportunidad, bien porque nos obliga a utilizar nuestro cerebro y buscar otras vías de entendimiento o de aprendizaje, bien porque, sin saberlo, ese No, nos está salvando literalmente la Vida. Para las personas que han sobrevivido a un accidente de avión, porque llegaron tarde a la terminal o porque se quedaron dormidos, esa falta de puntualidad, que en otros casos hubiera significado un problema, se convirtió en una razón para ser agradecidos, la Vida les brindó otra oportunidad...
Cuando algo que soñamos no se dá, en vez de sentirnos resentidos, debemos dar las Gracias, porque si algo no se dá como esperamos, sencillamente es porque no nos conviene o nos hubiera hecho algún tipo de perjuicio, el peor de todos, el Moral. Las cicatrices físicas se pueden arreglar o disimular, incluso con maquillaje, pero las cicatrices emocionales, se mantienen ahí, hasta que un buen día ¨decidimos trabajar sobre ellas¨ e ir quitando las diferentes capas de cebollas con las que las hemos cubierto.
El Ego, que es un enemigo tenaz, nos hace ver tormentas y arma, tal cúmulo de desaguisados, que sólo cuando se han ido superando todos esos falsos esquemas, nos damos cuenta que perdimos energías, tiempo y hasta lágrimas en cosas que no tenían importancia, o que habíamos creado monstruos donde no los había.
La imaginación es maravillosa para crear, pero hay que tener cuidado con lo que creamos, es parte de nuestro ¨libre albedrío¨, pero muchas veces nos equivocamos en las apreciaciones que hacemos y si hubiéramos preguntado, lo habríamos descubierto, pero el Ego nos impide hacer eso, aparecen frases, que escuché mucho de niña, sea de paso:
-¡Qué va a decir la gente!_
No importa lo que diga la gente, es preferible pasar por persona sin conocimientos, que es una falsa apariencia, a morirnos con nuestro orgullo intacto... El orgullo ni alimenta, ni nos abraza cuando tenemos necesidad de aprecio y cariño, y por supuesto no nos deja compartir y recibir amor, el del bueno, el que nace del corazón.
Como verán ser agradecidos por todo lo aprendido, incluso por aquello que aparentemente no fue tan bueno, nos hace crecer y evolucionar. Con la experiencia de esta alma mía que ha vivido lo suyo, que tendrá nuevas experiencias futuras y si Dios quiere nuevos aprendizajes, les digo:
¡ Agradezcan!!!!.
Sin miedo, no van a perder nada, al contrario, van a ganar mucho, y se sentirán cada vez más ligeros, más alegres, más cercanos, más humanos. Cuando dejen de tener miedo, comenzarán a vivir, en plenitud, con sencillez, con tranquilidad, serán amables, porque otra cosa sería imposible, aceptarán a la gente como son, y amarán con más apertura, sin límites, aceptando y agradeciendo las nuevas oportunidades, los aprendizajes y enseñanzas y compartiendo lo que tienen para compartir, que sé de antemano que es mucho.
Dios nos bendiga a todos y cada uno de nosotros, y agradezcamos cada día, por las oportunidades que se nos presentan.
Mireya Pérez
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