A los compañeros del tren especial que es nuestra vida

jueves, 26 de enero de 2017

El mejor momento...El actual...



Muchos de nosotros fuimos criados con conceptos de los más diversos, dependiendo obviamente de las costumbres, idiosincrasias y formación de nuestros progenitores y también, cómo no, del entorno y época en el que nos criamos. Por tanto, no es de extrañar, algunos prejuicios que tenemos clavados, en lo más recóndito de nuestro ser, y sobre los cuales seguramente están trabajando, o por lo menos, yo lo hago. 

Reconozco públicamente que lucho, y mucho, sobre los prejuicios de la sociedad de mi época en aquella Caracas de los años 70, que se alzaba como una sociedad Cosmopolita y Moderna...

En aquellos años, muchos de los hijos de emigrantes, nos veíamos ante la paradoja de nuestros padres, trabajadores y emprendedores tenaces , que luchaban por salir adelante en los países que los acogieron en aquellos años después de la 2ª Guerra Mundial (Portugueses, Italianos, Españoles, Griegos, etc.) , dando a sus hijos, las oportunidades de prepararse, que posiblemente ellos no pudieron, pero además negándose a disfrutar, en la mayoría de los casos, de las cosas que iban logrando. Mi madre, que se quedaría viuda a una edad temprana, 42 años y con dos niños de 11 y 15 años, nunca se ¨daría el permiso¨de disfrutar de aquello, que en pareja no pudo... Aunque yo luché mucho para que lo hiciera, y lo logré en gran medida, gracias al apoyo de mi marido, que nunca se negó a una petición mía.

Mi madre, y seguramente la mayoría de las de ustedes, les dirían más de una vez, que había que guardar las cosas mejores (fueran vajillas, cristalería, cubiertos, manteles, ropa, etc.) para ocasiones especiales, y lo hicimos, y yo lo hago, jajajaj. Pero a diferencia de las mujeres de mi familia de la época, sí disfruto de las cosas. No espero a que la celebración sea ¨especial¨, que lo hago, pero también me doy el ¨lujo¨de engalanar la casa, con las cosas que me hacen sentir en casa, en familia y rodeada de los recuerdos de aquellos que amé y sigo amando en el recuerdo...

Si mis condiciones me lo permiten, trato de celebrar un almuerzo o una reunión con mis seres queridos, y utilizo las cosas que he guardado y las pongo de forma que, sin que la gente lo sepa, estoy dándoles lo mejor de mi casa, de mí misma. Si eres observador, lo notas, en todo lo que te rodea, lo primero, el jarrón de flores, que adornan el recibo de mi casa. En Caracas, siempre había flores en el salón, tres hermosos ramos adornaban siempre ese recinto, era para mí, una forma de dar alegría y calor al hogar. Por supuesto que tomo interés en aquello que preparo, ya sea la comida en sí, y/o principalmente en los postres, que son mi especialidad y la ¨marca de mi casa¨,jajajajaj. Pero sobre todo, en la alegría de recibir a la gente, mi gente, así sean amigos o familia, y sobre todo a mi hija y nietos...

Sin embargo, promuevo entre la gente joven, que a veces me rodea, el tener, como decía mi madre, ¨ropa especial¨para momentos especiales... Aquí les pueden dar rienda suelta a la imaginación, ejem... jajajaja, yo lo hice, y quizás si mi estado civil no fuera el que es, también lo seguiría haciendo, jajajaj. Porque no hay nada más bonito que una mujer femenina, hasta en la intimidad...

Tengo dos pijamas para los viajes, o para la clínica, como decía mamá. Ropa interior para ir al ¨médico¨, y por supuesto, diversos elementos de vestuario, para los eventos que pueden surgir en mi vida: desde deportiva, hasta de fiesta... Como diría Carolina Herrera, Diseñadora y Jet Set venezolana, toda mujer debe tener ¨un fondo de armario¨, que no es lo mismo que un armario en el fondo, jajajajaja. Por supuesto no puede faltar el traje o vestido negro, indispensable en un armario, al que, con el uso de diferentes accesorios, lo puedes convertir en un traje de trabajo o hasta en un vestido para asistir a un cocktail. 

Algún día, si Dios quiere, haré un blog dirigido a mujeres interesantes, de mi edad, jajajaj. Pero por ahora, vamos con éste, jajajaja.

Así que hoy amigas y amigos, me he ido por los valles de mi antigua y amada ciudad, recordando aquellos principios con los cuales nos criaron, y que tenían su razón de ser. Hoy la juventud es más mediata, viven el presente, ni pensar en preparar ¨una dote¨, como en mis tiempos, no, eso ya no se estila, pero creo que, en eso, hemos perdido algo. Para mí, en particular, se perdió el ¨cariño y la ilusión¨de la chica que preparaba aquello que iba a entregar para formar ese hogar en conjunto. A mí me hubiera gustado que mi hija lo hiciera, pero ella con sus alergias a los ácaros, jamás ha querido nada que haya estado guardado más de una semana, jajajaj. Mucho menos en un ¨arcón o baúl¨jajaja, como decía mi madre que había preparado en aquellos 6 años de amores por carta, cuando estuvo sin ver a mi padre, durante 6 largos años, hasta su boda en Noviembre del año 1950...

Los chicos de hoy tienen razón en algo, la vida es Hoy. Hay que exprimir cada momento y cada experiencia, por tanto, amigos y amigas, si como yo, todavía tienen cosas para momentos especiales, hagan que esos momentos sean todos los días, sin miedos. Si se rompe una pieza, pues caramba, ya cumplió su misión, jajaja, disfrutemos de lo que hemos logrado, de las cosas que heredamos, pero sobre todo, disfrutemos de este hoy que es el verdadero regalo de la vida, de la familia, hijos y nietos, de los amigos, de todo...

Dios nos bendiga a todos y cada uno de nosotros.

Mireya Pérez




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