A los compañeros del tren especial que es nuestra vida

martes, 31 de enero de 2017

Las vías para superarnos a nosotros mismos...









La vida, se parece mucho a un potro sin domar, que nos zarandea de un lado para otro, como todos sabemos, por experiencia propia o ajena. 

Muchas veces carece de sentido, o al menos así lo creemos. Incluso, cuando creemos que ya todo está en vía de solución, aparecen factores o variables que no dominamos y que, por instantes derrumban el castillo de naipes que fuimos creando con las barajas que nos entregaron, o el camino que habíamos construido... 

Puede que algunos lleguen a doblar la cabeza y encorvarse, por el peso excesivo de la carga que las emociones causan en su humanidad... Otros tratan sin lograrlo, de dar más de un paso, pero se tambalean y caen de rodillas, sin apenas aire para respirar, se sienten ahogados. ¿ Por qué? se preguntará más de uno. No hay respuesta para ello. Cada vida tiene sus encantos, sus zonas de luminosidad resplandeciente y sus sombras, a veces muy cortas, otras, algo más largas... Lo que sí sé es que todo, tarde o temprano se supera.

¿Cómo?. Hay más de una posible respuesta. En algunos casos, la persona debe auto inventarse, o renovarse e incluso, trazar un nuevo sendero, aunque le cause algo de temor por lo desconocido del terreno que pisa. Pero si la persona confía en un Ser Superior, y dirige sus plegarias al Cielo, generalmente recibirá la respuesta de la manera que quizás menos esperaba. Confiar es la palabra clave, aunque a veces, por lo difícil y escarpado del momento, creamos que se parece más a la llama de una vela, que al sol que ilumina cada uno de nuestros días, incluso los más tristes.

El Dr. Wayne Dyer, en el audio libro Ahora puedo ver claramente, (anexo al final), nos dice lo siguiente:
  • Tenemos en nuestro interior, un jardín secreto, a donde podemos ir, mentalmente, para buscar y hallar las respuestas que necesitamos.
  • En ese jardín secreto podemos hacer cualquier cosa que nos permita triunfar. 
  • Existen tres vías para superar el sufrimiento y lograr el esclarecimiento: A través del sufrimiento (luto) que nos puede llevar de 3 a 5 años el superarlo; Gratitud, porque esa etapa aunque difícil, se ha convertido en un aprendizaje con sus propias herramientas; por último, el Esclarecimiento, donde aprendemos a ver el problema, a rodearlo y si no podemos resolverlo, a dejarlo ir, es decir, alejarse de la situación...
  • Debemos darnos un respiro, si es posible, alejarse unos minutos o días de la problemática, y luego, al volver, mirarlo desde otro ángulo. Posiblemente al hacer esto, regresemos con las respuestas que necesitamos para darle una solución definitiva.
  • Cuando cambiamos el modo en que vemos el mundo, todo cambia a nuestro alrededor. Porque la perspectiva ha cambiado.
  • Permitir... Confiar... Tener el conocimiento o la Fe de que aquello que deseamos o soñamos, ya está hecho, sin dudas.
  • Nuestra imaginación es el mejor regalo, de ahí provienen todos los logros que luego alcanzamos, porque nada se crea sin antes haberlo soñado o imaginado.
  • No hay casualidades, todo se da en el momento perfecto en que deben ocurrir o suceder las cosas.
  • Escuchar a tu ser interior, orar, estar más cerca de Dios. Por tanto, debemos conectarnos con El, a través de nuestra alma, que proviene de Dios. Cuando estamos conectados a El, no se siente el miedo, ni se teme a lo desconocido, se confía en que las cosas se irán superando en el momento exacto y perfecto, para nuestro bien y el de aquellos que nos rodean.
No es un sendero fácil, pero cientos de miles de personas, en cada rincón del planeta, se encuentran, en este mismo instante en que escribo, en la misma disyuntiva: salir adelante. 

Cuesta, es duro a veces, pero una vez que pase el tiempo, cuando se vuelve la mirada, nos damos cuenta de que no era tan difícil como lo veíamos, puede ser, porque ya lo hemos superado...

En nuestro transitar nos vamos dando cuenta y así lo anotamos en nuestra bitácora de vuelo humano, que cada etapa nos trajo una enseñanza, algo que valorar y algo a lo que no temer nunca más.

Vamos aprendiendo a conocernos, a valorar nuestras fortalezas y a entender las flaquezas, que se irán haciendo cada vez más tenues, en la medida que vamos creciendo o evolucionando como ser humano que somos. Les puedo asegurar que cada uno de nosotros, no es ni siquiera la sombra de lo que fueron ayer, son mucho mejores, en todos los sentidos de su vida, porque la ¨experiencia vital¨los ha ido esculpiendo, sacando del mármol, la mejor expresión de nosotros mismos.

Que Dios nos bendiga a todos y cada uno de nosotros.

Mireya Pérez


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