II Capítulo El Discípulo y las Orugas

Del libro El Jardín del Amado de Robert, E. Way., Editorial Pomaire Barcelona, 1980

.....Así pasó que el Discípulo llegó a pasar sus días trabajando en el Jardín del Amado, atento a las instrucciones del Amante.

El Jardín estaba poblado de pájaros de hermoso plumaje que cantaban sin cesar la alabanza al Amado, y de mariposas de brillantes colores que jugueteaban entre las flores de manera que la espesura parecía resplandecer con un esplendor mayor que el habitual.

Un día, pasaba el Discípulo por el Jardín, cuando notó que las hojas de algunas plantas estaban raídas y agujereadas. Y al mirar  más detenidamente vio en ellas cantidades de pequeñas orugas de un feo pelaje del color del estiércol, las cuales, aún mientras las miraba,no cesaban de comerse las hojas de las plantas.

 

Al ver esto, le pareció al Discípulo que esas orugas le estaban haciendo daño al Jardín del Amado, así es que las cogió una por una y las aplastó bajo su pie.

 

En ese momento llegó el Amante y, al ver lo que había hecho el Discípulo, púsose a llorar con gran tristeza; sin embargo, cuando le habló al Discípulo, lo hizo con dulzura y le dijo:

 

- Sé que has actuado así por ignorancia y buena intención, pero  te digo que has herido gravemente la belleza del Jardín del Amado.

 

Al escuchar esto, el Discípulo se asombró mucho y quedóse lleno de tristeza.

 

El Amante entonces mostró al Discípulo otra planta en la que las orugas envolviánse en capullos de seda.

 

Había muchos capullos en los tallos de las hojas y, ante los propios ojos del Discípulo, se partió uno y de su interior emergió una mariposa cuyas alas parecían un arco iris. Entonces cayó en la cuenta de cuánto daño había hecho, con su ignorancia, al Jardín del Amado....

En este pasaje del libro,el autor nos habla de lo que las falsas apariencias hacen a nuestros sentidos y a nuestra percepción de la realidad,el Discípulo en su afán de agradar al Amante y al Amado, decide destruir las feas orugas, sin saber que ellas darán origen a los capullos y posteriormente a las hermosas y maravillosas Mariposas, que junto a las abejas y algunos pájaros, como los colibríes y tucusitos, liban el almíbar de las flores y contribuyen a la polinización  de las flores, pues transportan en sus plumas, patas y alas, al polen que fecundaran los pistilos y producirán, en la primavera ,el estallido multicolor de las flores en todo su esplendor.

Los científicos dicen que si desaparecieran las abejas, el mundo tal como lo conocemos se convertiría en un gran desierto, en el transcurso de dos años, y se extinguiría la vida en el planeta, pues todos formamos parte de un gran Ecosistema. Por ello, es tan importante cuidarlo, para que sirva de herencia a las próximas generaciones.

Feliz día, que Dios los Bendiga!.


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