A los compañeros del tren especial que es nuestra vida

jueves, 21 de noviembre de 2013

Un viejo cuento.....



(foto de Giselle Hinojosa)

Hoy compartiremos un cuento, de los tantos que al escritor y Médico Psiquiatra Jorge Bucay, de su libro Cuenta Conmigo, editorial RBA libros 2005, le gusta utilizar para adentrarnos en sus obras.
Y dice así:
 
En el jardín de una vieja casona abandonada, brotaron el mismo día los tallos de una enredadera y de un roble.
 
La primera se dio cuenta enseguida de que su camino era el cielo y su destino el sol, gracias al cual había nacido.Debía consagrar todo su ser para dirigirlo hacia la luz. Y fiel a su decisión se arrastró con un poco de asco sobre hacia el muro, el único muro que quedaba en pie en la vieja casa y empezó a trepar por él.
 
El segundo tallo, el del roble, sintió que debía toda su existencia hacia la tierra, al agua y a los minerales que lo habían nutrido en su época más oscura. Sabía que necesitaba del sol, pero no podía dirigir sus ramas a él si no desarrollaba antes un tronco firme sobre el cual desarrollarlas, y su intuición le señaló que necesitaba primero unas raíces firmes.
 
Durante un tiempo los dos nuevos habitantes del jardín se ocuparon cada uno a su modo de su propio crecimiento. 
 
Desde lo alto un día, la enredadera descubrió al sudoroso roble, que apenas despuntaba entre la hierba.´
 
-Hola, enanito- le dijo burlándose-, es una lástima que no puedas disfrutar el paisaje que se ve desde aquí....
 
- Sí- dijo el roble- pero debo ocuparme de mis raíces si quiero tener un tronco sólido para crecer con él.
 
Pasaron los meses y después los años. La enredadera, poderosa, cubría casi todo el muro y seguía burlándose de vez en cuando de la pequeñez del gordo roble, pura madera y burdas raíces.
 
Una noche sucedió lo que nadie se esperaba. Una furiosa y terrible tormenta se desató sobre la vieja casona.
 
La enredadera se aferró con sus pequeñas raíces al muro de la casona, para no ser arrancada por el viento y el granizo. El roble se afirmó con sus raíces profundamente metidas en la tierra y las hojas buscaron la protección del propio tronco.
 
Todo sucedió en un momento, un relámpago iluminó la noche y como en una cruel fotografía, iluminó el instante en que la última pared de la casona que quedaba en pié, se derrumbaba estrepitosamente y con ella dejaba en tierra los más altos tallos de la enredadera.
 
Como dice el cuento: ninguno de estos tallos podrán crecer enredados el uno con el otro, ninguno, trepando a una pared para llegar más alto, ninguno, pendiente de la fuerza de afuera para poder sostenerse, ninguno, apoyado en otra cosa que no sea en sus propias raíces, o en sus propios pies.....
 
Y agrega: ¨El amor es crecer juntos, uno al lado del otro. Se mide en el renovado crecer que obtengo de tu compañía, en el placer de compartir la luz, y en el gozo infinito del encuentro de nuestras raíces y de nuestras ramas...Pero el amor nunca se mide por la decisión de arriesgarte a que te arrastre en mis caídas.....¨
 
 Este cuento es una hermosa metáfora sobre el amor,el cual surge de repente, entre dos personas que han crecido en familias y hasta mundos diferentes, y un día por casualidad, un cruce de miradas, un roce de una mano al pasar, un algo, un suspiro, nos hace voltear y de repente descubrir a ese otro yo, que quizás también me estaba buscando, sin saberlo....
 
El amor surge de mil maneras diferentes, si preguntamos a las parejas, nos contarán miles de historias diferentes: unas de un flechazo, otras de una pelea tonta, pero que derivó en de repente echarse a reír hasta las lágrimas y de repente abrazarse y mirarse y sentir que había llegado a puerto seguro...
 
Otros cuentan que surgió como la caída de un rayo, que al ver a esa persona, presintió que su vida ya no sería la misma,sin saber por qué.
 
Algunos, los más dichosos tal vez, son aquellos, que descubrieron que se amaban, después de compartir por muchos años una entrañable amistad, como al personaje de Jo en Las Mujercitas.
 
En realidad hay tantas historias de amor,como seres humanos hay en el mundo, el amor ha existido y existirá siempre,lo que cambiará serán los personajes, y su forma de abordar las tempestades, porque a lo largo de su vida de pareja, siempre habrá alguna tormenta, pero si la saben manejar, lograran llevar su barco a una caleta vacía especial y única, donde sólo los interesados conocen sus secretos.
 
El amor es y será siempre el motor y origen de la vida, porque hacen falta dos, para procrear un hijo,para criarlo y amarlo, para formarlo y darle las bases para que el día de mañana sea un árbol sólido y fuerte, donde algún día quizás llegue una joven a cobijarse de la lluvia bajo la protección de sus ramas.....
 
 
Que Dios los Bendiga y que sobre todo, les permita vivir una historia de amor única y especial.....
 

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