A los compañeros del tren especial que es nuestra vida

viernes, 14 de noviembre de 2014

Humildad es igual a Aceptación o forma parte del Aprendizaje?




Diariamente la vida nos pone ante retos que debemos sobre llevar de la mejor manera posible, incluso con una sonrisa, aunque por dentro tengamos el sentimiento de que nuestra vida se deshace a pedazos.

Una parte del camino, nos ha enseñado a aceptar las cosas que se presentan, con Humildad, sin aspavientos, en la certeza de que Dios no nos manda aquello que no podemos sobre llevar o soportar.

Cuántas veces creemos que una situación determinada va a acabar con nosotros!!!, y viendo hacia atrás en nuestra mente, cuando hemos dejado de resistirnos, y hemos aceptado con humildad y resignación, los designios de Dios. Vemos que la situación no era tan mala como creíamos, y muy posiblemente hayamos salido fortalecidos de la misma.

A lo largo de mi vida, he sorteado muchos escollos y etapas difíciles, algunas a veces las he compartido, otras quedan sólo en mi memoria celular, pues no aportarían nada nuevo. 

Se que cada uno tiene sus propias cicatrices, y se también, que cada uno de nosotros, al evaluarlas, se dará cuenta que son como medallas al Valor, la Tenacidad, el Amor, la Entrega, la Sinceridad y la Honestidad. Imagínense como esos militares que aparecen con sus condecoraciones de todos los tipos, formas, colores y apariencias. Así se debe ver nuestra alma, esa guerrera que ha batallado en mil y una batallas de la vida, que habrá ganado más de una, pero que también habrá perdido algunas. Eso es lo que nos hace humanos: Nuestra capacidad para caernos y volvernos a levantar.

A veces, hemos tenido miedo a lo desconocido, porque tomar decisiones no es fácil, hay ocasiones en que da tanto miedo, que preferimos quedarnos en la franja de tierra que conocemos como segura, antes que abordar nuevas experiencias o tomar medidas que creemos van a acabar por asfixiarnos, pero no ocurre. Si hacen una memoria hacia atrás en su mente, se darán cuenta, que esa etapa la superaron, de forma diferente a como pensaban, pero la superaron; bien con ayuda de algún ángel que Dios en su infinita misericordia, les envió en un momento dado, o bien, porque la solución se presentó por si sola, o porque la buscaron, o porque la idea surgió de repente... Yo siempre pienso que Dios nos manda angelitos del camino, amigos, personas o situaciones que nos ayudan a sobrepasar el trance para que podamos seguir asi, evolucionando como seres humanos.

Creo sin ninguna duda que nuestra vida es un continuo aprendizaje, en la que a veces somos maestros, otros alumnos, o espejos, donde otros pueden mirarse para no cometer los mismos errores que hemos cometido. Y se los dice una mujer que ha cometido muchos errores y que seguirá cometiéndolos, como todos, pero que de ellos también se aprende.

En lo personal, yo he escogido la Humildad y la Honestidad, junto al Amor, como bandera de mi vida. Aunque eso me trae muchos contratiempos. A veces choca con la bandera de otros, y no se entienden, hay un colapso en la comunicaciones, como si yo hablara Mandarín y los demás Griego (por citar dos idiomas bastante diferentes entre si). Se que a veces la gente cree una cosa, cuando en realidad yo voy por otro sendero muy distinto. A veces como el refrán:....Cuando tu ibas, yo venía de regreso ya tres veces!!!....Hay etapas de la vida, que ya he vivido, y que no querría volver a vivir. Pero como en todo, Dios siempre tiene la última palabra. 

Tendemos a juzgar y ser juzgados, por la forma en que pensamos...

Estos días atrás, mientras conversaba con una persona joven, me hizo un comentario, que me hizo reflexionar, ¿por qué juzgamos antes de averiguar, y emitimos un juicio a priori...?. Creo que el miedo a lo desconocido nos pone ante la necesidad de construir un parapeto donde escondernos, en caso de que ¨los toros salten la talanquera de nuestra vida personal¨.

De esta manera creemos sentirnos a salvo. Pero lo que nos mantiene a salvo, incluso de nosotros mismos, son nuestras convicciones, nuestra Fe, la creencia de que mañana será otro día, de que después de la tormenta viene inexorablemente la calma, y aún después de un eclipse, vuelve a brillar la luz del sol.

Por ello, aunque algunas personas piensen que pecamos de Humildad porque aceptamos los designios de Dios, porque confiamos en su infinita misericordia, que mañana habrá un nuevo día, y de que este trance duro y difícil, por el que debemos pasar, aunque no queramos, traerá una nueva enseñanza para aprender y evolucionar, y para dar ejemplo del infinito Amor que nos tiene Dios, que a pesar del dolor, nos da también la medicina, que cura nuestra alma y nos hace confiar en que mañana volverá a salir el sol, escucharé la sonrisa de los nietos, y veré el rostro de los seres que amo con todo mi corazón, mis hijos.

Que Dios los bendiga.

Mireya Pérez


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