A los compañeros del tren especial que es nuestra vida

martes, 25 de noviembre de 2014

No a la Violencia de Género



Hoy el mundo entero dedica un día a algo que no debería ser ¨especial¨, pues la Violencia de Género, en pleno siglo XXI, es hoy tan cruel y despiadada como lo fue ayer y como lo ha sido a lo largo de la humanidad.

Creo sin temor a duda, que desde que existe la humanidad, el macho de la camada de Homo erectus en adelante, consideró a la hembra como de su propiedad, recuerdo con desagrado una tira cómica de allá por los años 60, donde un troglodita llevaba a rastras a una mujer por el camino empedrado, jalándola de los cabellos. Quizás a mucha gente le hiciera gracia, pero es una imagen y un ejemplo para los niños y los hombres de todas las edades de lo poco que valoraba ese dibujante a la mujer como tal. ¿Sería quizás un misógino?.¿ Quien sabe?.

Mi padre solía decir: ¨ A la mujer, ni con el pétalo de una rosa...!!!!. Queriendo decir con esto, que a la mujer se le respetaba, y ni siquiera se le podía tratar de hacer daño con el pétalo de una rosa, a pesar de lo fragante y hermosa de esta flor....

Claro que él siempre fue un hombre muy especial, que siempre estaba pendiente de las mujeres de su casa, para las que siempre tenía una palabra de cariño, una caricia, una acción, era tan caballero y tan gentil, que nadie ha podido jamás ocupar su lugar, como caballero, como padre, como esposo, hijo, hermano, tío y amigo.

Pero hoy nos toca hablar de este síndrome de la Humanidad, tan generalizado... Existen países donde la mujer es apenas un objeto, una pieza de recambio, una moneda de poco valor, sólo servible para ¨eso¨ y sólo algunas, las que dan hijos varones, son mejor consideradas... Porque en algunas sociedades, cuando la mujer sólo da hembras, la culpan a ella, cuando de todos es sabido, que la mujer tiene apenas un 50% de la capacidad para engendrar macho o hembra, pero necesita del cromosoma masculino Y, el otro 50% para dar un varón. Pero claro está, si el marido, o la pareja, o el ¨dueño¨, no tiene ninguna clase de estudios, es más fácil culpar al eslabón más débil de la cadena.

La mujer aunque más débil que el hombre, en cuanto a constitución física, es mucho más fuerte, internamente, genéticamente. Pues la Naturaleza la ha dotado de información suficiente como para que supere el dolor de un parto, asi sea en zonas paupérrimas,  o en condiciones aparentemente inhumanas: Las indias parían al lado del río, y con una piedra, ellas mismas cortaban el cordón umbilical y expulsaban la placenta...Luego, se levantaban y con su criatura envuelta en pieles de animales, recorría sola la distancia que la separaba hasta la aldea. Si había tenido un varón, las ancianas la cuidaban y protegían, pero si lo que había tenido era una hembra, se las tenía que arreglar sola. Porque el ser madre de un varón significaba un par de manos más para conseguir alimentos, para cazar, para defender a la tribu... A pesar de que la mujer también representaba la subsistencia, el hogar, la que sembraba y recolectaba, la que hacía la comida, la que cuidaba a los enfermos...

Nuestra situación hoy en día, a pesar de los grandes cambios sufridos en los últimos 50 años, no ha sido tan grande, la mujer sigue encargándose de los hijos, de la casa, del trabajo, de los viejos. Según en qué tipo de sociedad estés desempeñándote.

Hemos aprendido a enseñar a nuestros hijos varones a que sean más colaboradores en la casa, y con la crianza de los hijos, e incluso hoy en día, muchas parejas jóvenes comparten los oficios del hogar, y es posible en algunas ciudades ver al hombre cómo se encarga de tareas, antaño asociadas a la mujer, como la cocina, la colada (montar la lavadora) o ayudar con los hijos. Esto es el ideal, pues la pareja es un compromiso de dos, y los hijos son el fruto de dos.

Sin embargo, en el Tercer Mundo, donde la religión, la sociedad, las costumbres, las ideas siguen enraizadas en el pasado, la mujer sigue trabajando, y luchando por salir adelante con sus hijos, sin apoyo institucional, y mucho menos de la sociedad o de la familia misma. Es carne de cañón, cuando hay guerras o alzamientos militares, pues son el objetivo más vulnerable. Son violadas, atacadas, ultrajadas y asesinadas, engruesan largas listas de desaparecidos, donde nadie las busca, ni siquiera son tomadas en cuenta. Si por casualidad tiene la valentía de ir ante la autoridad y hacer la declaración sobre el ultraje del que fue víctima, es posible que hasta termine presa o sometida a nuevos vejámenes, e incluso su familia la repudie, por haberlos puesto en la palestra pública. Y si se toma la justicia por su mano, es asesinada por la turba, después de someterla de nuevo a más ultrajes y vejaciones, como si fuera un ciudadano de tercera o cuarta categoría...

Tampoco, en algunas sociedades, se les permite tener acceso a la enseñanza, porque eso les abriría la mente, y de todos es sabido que es más fácil dominar a alguien que no sepa pensar... Por eso, en este mal llamado Tercer Mundo las historias de jóvenes como la jovencísima  Malala Yousafzai estudiante, activista y bloguera pakistaní. Ganadora del Premio Nobel de la Paz en 2014,  agredida en su escuela por querer estudiar. Esta joven de apenas 16 años, ha llevado su mensaje incluso ante la Asamblea General de la ONU. Lucha y sigue luchando porque las jóvenes de todo el mundo tengan acceso a la educación

Sin embargo, y a pesar de todo, el maltrato de género no se suscribe solamente al espacio de la educación, de la violencia física. La Violencia de Género también es violencia Psicológica, porque cuando el otro impide que la mujer sea ella misma, porque la denigra y dice que no sirve para nada, que no sabe hacer nada, que todo lo daña, que le ofende el sólo mirarla, que no le hable porque su voz le irrita; cuando tira la comida al piso, porque no le gusta; cuando arruga la camisa, que ella con esfuerzo y a pesar del mal tiempo ha lavado y planchado, porque a lo mejor el puño no quedó como a él le gusta; cuando se empeña en ponerse justamente la camisa, que no ha sido lavada, y la mujer a la hora que sea, debe dejar de hacer lo que esté haciendo, lavar la camisa, secarla, así sea con el secador del cabello y plancharla, porque si no los gritos de este cavernícola social no hay quien lo aguante, pero ella si, por los hijos, por el qué dirán, porque la madre siempre le recuerda que en su familia nadie se ha divorciado, porque si se separa no tiene a donde ir con sus hijos... Y aguanta hoy, mañana, pasado... hasta que ya no puede más, y empieza a enfermarse de tristeza, de impotencia, sin poder elevar su voz, y su voz de apaga, y se secan sus lágrimas, y deja de sonreír, de cantar, de soñar...

Elevo mi voz y mis oraciones por todas y cada una de las mujeres, mayores y jóvenes y por las que están creciendo, a las que gracias a Dios estamos criando más seguras de sí mismas, más preparadas, más fuertes, para que el día de mañana tengan las herramientas necesarias para saber defenderse y combatir con las ideas, con las palabras, con las acciones, que no se dejen avasallar por nadie. Que nunca dejen de ser ellas mismas, porque la Mujer es un Valor importante para el Mundo, sin la mujer no habría raza humana. Somos la simiente, el trigo, la semilla de la humanidad, pero también el árbol, el sol, la luna, las estrellas, lo somos todo. Representamos el valor más auténtico de la humanidad, el Amor, en mayúsculas, y nadie puede robarnos eso.

Dios nos bendiga a todas.

Mireya Pérez.




No hay comentarios:

Publicar un comentario