A los compañeros del tren especial que es nuestra vida

viernes, 28 de noviembre de 2014

Un intangible llamado Amor....












Para los que hemos trabajado por algún tiempo en el área de los servicios financieros y de seguros, este término  Intangible, les resultará conocido, pues intangible es todo aquello que no puedo ver, ni tocar, ni alcanzar. En Seguros el intangible se convierte en tangible, cuando cumple la promesa de proteger tus bienes y tu salud o tu vida, y el siniestro es cubierto por la póliza contratada previamente. Siempre y cuando cumpla con todos los requisitos previos, establecidos por la empresa aseguradora: prima suficiente, sumas aseguradas reales, actualización de patrimonio, buena Fe, etc. Si hemos cumplido con todo esto, en el momento del siniestro estaremos cubiertos.

Pero el Amor, que no se ve, ni se toca, ni compra, ni se vende... Esta ahí, en la pequeñas y grandes cosas del día a día. En la sonrisa al despertar, en la caricia para retirar el mechón de cabello rebelde que cubre su frente en la mañana, en la barba crecida que hace cosquillas, en la sonrisa pícara que recuerda algo muy íntimo y cercano, que sólo se comparte con el ser amado. En la taza de café o el té que te llevan a la cama, que dice sin palabras, lo feliz que son cada día. En el compartir el amanecer desde la ventana o el atardecer en algún sitio particular y especial. Único para los que lo comparten, y es su lugar secreto.

Pero el Amor no es sólo para las cosas buenas y  gratas, también hay amor y quizás  se nota más, cuando se comparten las cosas que no son tan gratas, cuando hay tristezas, cuando alguien ya no está, o cuando uno de los dos está enfermo, y entonces redoblas los esfuerzos para que sea feliz, para que no le falte nada, para que tenga Calidad de Todo, Calidad de Tiempo, Calidad de Cuidados, Calidad de Compañía, Calidad de Amor, todo en mayúsculas, porque es en esos momentos cuando el intangible, se hace tangible y se nota sin palabras, sin alharacas, sin hacer aparentemente mucho, y si, un mundo infinito de muchos, que se suman sin darnos cuenta...

A veces, desde afuera alguien bien intencionado te dirá: 
- No te entregues tanto!!!- Recuerda tal o cual ocasión!!!!- 

Y tu que estás envuelta en el día a día, ya no recordabas nada, porque parte del amor, o gran parte del amor, es Perdonar y Olvidar... Y ese ser intencionado, seguramente no sabe ni de la existencia de esas palabras, porque no están en su horizonte, porque no las conoce, o sencillamente porque no pasa una ofensa, por pequeña que sea, sin dar una respuesta, a la que cree debe darle. Pero tu estás en otro mundo, hace tiempo que pasaste por un camino que se le parecía y decidiste cruzar a la otra orilla y seguir un curso distinto, quizás menos plano, más complicado, pero que te brindó hermosos amaneceres y paisajes espectaculares que aún inundan tu retina en la memoria arcana de tu vida.

El Perdón llenó tu vida de alegría, y trasmutó el llanto en alegría, la tristeza en música y las tinieblas en luz iridiscentes... En tu vida no hay cabida para nada que no sea esa forma de amar, a manos llenas, como el manantial armonioso que día a día nutre con sus aguas a los fuentes, que nacen en el transcurso de su viaje ladera abajo, hasta llegar al mar.

La vida, con el tiempo te hizo más serena, más tranquila, más firme en tus convicciones, quizás hasta más humana y un poco más sabia. Aprendiste que nada te pertenece, que nadie te pertenece, ni tus hijos, mucho menos la persona que decidió un día elegirte como compañera de viaje, así como tu tampoco le perteneces a alguien. 

Son dos que forman un complemento, pero que no han perdido sus cualidades únicas e indivisibles, al contrario, en hermosa armonía comparten y se complementan, de forma maravillosa. Como los acordes de una sinfonía, como las cuerdas de un arpa, o de una guitarra.

A veces, seguramente cuando estás sola, recuerdas otras épocas de la vida, y te ríes a solas, porque te das cuenta de que ocupaste tiempo y energía en cosas o situaciones que no valían la pena, pero a la vez, te alegras de haber sabido surgir de las mismas, con más inteligencia, no porque en realidad seas más inteligente, sino porque esas situaciones te hicieron aprender y conocerte. Y a fin de cuentas, la vida se trata de eso.

Aprendiste a ser la imagen en el espejo, de Alicia en el País de Las Maravillas, a ser el reflejo en el agua cristalina del arroyo, a ser, a veces el Sombrero Loco, pero nunca la Reina de Corazones!!!!!.

Y hoy, al igual que ayer, solo quieres ser la amiga y la compañera, la madre, la esposa, la confidente, la secretaria, la maestra y la alumna... Todo y nada...

Haz hecho una promesa de que en un momento dado, cuando lo necesite, estarás ahí para apoyarle, para darle tu mano, tus abrazos, tu amor incondicional, tu sonrisa y tu alegría, le escucharás y le apoyarás. Todo lo que como ser humano puedes dar y quizás hasta un poco más. Estás dispuesta a caminar siempre un kilómetro de más. Hasta que el Señor diga otra cosa, quizás en ese momento puedas rezar y decir: 

-¿ Lo hice bien Señor?... 


Que Dios nos bendiga, y nos de fuerzas cuando creemos que ya no las tenemos.


Mireya Pérez




2 comentarios:

  1. Que decirte Amiga, esta publicacion refleja la pasion, el amor y la entrega con la que haces todo. Me ha gustado mucho un ��

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  2. Gracias amiga, aunque ya te respondía por el correo electrónico, hoy he descubierto este nuevo camino de comunicación, asi que aunque tarde, te respondo. Gracias amiga, por estar ahí, que Dios te bendiga. TQM

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